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Deshidratación y trastornos del sodio

Deshidratación y trastornos del sodio

La deshidratación y los trastornos del sodio, especialmente la hiponatremia (niveles bajos de sodio en sangre), son riesgos silenciosos que pueden afectar a personas de todas las edades durante el verano, debido al aumento de las temperaturas y la pérdida de líquidos por sudoración, esto puede derivar en trastornos que afectan al sistema nervioso y cardiovascular. Es crucial tomar medidas preventivas para evitar estos problemas y mantener una hidratación adecuada.

Signos de deshidratación

  • Se produce cuando el cuerpo pierde más líquidos de los que ingiere, lo que puede deberse a la sudoración excesiva, la falta de ingesta de líquidos o la combinación de ambos. 
  • Los síntomas pueden incluir sed intensa, orina oscura y concentrada, dolor de cabeza, fatiga, mareos, confusión y, en casos graves, pérdida de conocimiento. 
  • La deshidratación puede afectar negativamente el rendimiento físico y cognitivo, aumentar el riesgo de golpes de calor y problemas digestivos y renales. 

Trastornos relacionados

  • El sodio es un electrolito esencial para el equilibrio de líquidos en el cuerpo y su funcionamiento adecuado. 
  • La hiponatremia ocurre cuando los niveles de sodio en sangre son demasiado bajos, lo que puede ser causado por la pérdida excesiva de sodio a través del sudor o la ingesta excesiva de líquidos sin electrolitos. 
  • Los síntomas pueden variar desde leves (náuseas, fatiga) hasta graves (confusión, convulsiones, coma). 

Prevención y tratamiento

  • Hidratación adecuada: beber líquidos regularmente, incluso si no se tiene sed, especialmente durante el ejercicio o en climas cálidos. 
  • Ingesta de electrolitos: consumir bebidas deportivas o alimentos ricos en sodio para reponer los electrolitos perdidos por el sudor. 
  • Evitar la exposición prolongada al sol: especialmente en las horas de mayor calor, entre las 11:00 y las 16:00. 
  • Vestir ropa holgada y de colores claros: para facilitar la ventilación y la evaporación del sudor. 
  • Descansar en lugares frescos: si se realizan actividades físicas en climas cálidos. 
  • Buscar atención médica si se presentan síntomas graves: como confusión, convulsiones o pérdida de conciencia. 

En resumen, la deshidratación y los trastornos del sodio son riesgos que deben tomarse en serio durante el verano, especialmente en niños y personas mayores. Mantener una hidratación adecuada, reponer los electrolitos perdidos y tomar medidas preventivas puede ayudar a evitar complicaciones y disfrutar del verano de manera segura. 

Consulta oportuna: si aparecen síntomas neurológicos o fatiga extrema, es importante acudir al médico. En Legalitas Salud ofrecemos orientación en tiempo real para actuar a tiempo.